El Festival Internacional de Santander (FIS) ha vivido una de las grandes citas sinfónicas de esta edición, al recibir en el escenario de la Sala Argenta a la Orquesta del Festival de Budapest, considerada una de las diez mejores del mundo, junto a su director titular y fundador, el maestro Iván Fischer. Patricia Kopatchinskaja, una de las jóvenes estrellas del violín, ha interpretado junto a la sinfónica húngara el exigente segundo concierto de Bartók para su instrumento, en un programa que completado con la Obertura sobre temas hebreos de Prokófiev y la Sinfonía n.º 7 en re menor de Dvořák. Total Energies ha patrocinado este concierto.
Iván Fischer hizo realidad su sueño cuando fundó la Orquesta del Festival de Budapest (BFO, según sus siglas en inglés) en 1983 junto con Zoltán Kocsis. Desde el principio, la ambición del conjunto ha sido compartir música de la más alta calidad y servir a la comunidad de las más diversas formas. La BFO actúa regularmente en las salas de conciertos más importantes de la escena musical internacional, como el Carnegie Hall y el Lincoln Center de Nueva York, el Musikverein de Viena y el Royal Albert Hall y el Barbican Center de Londres. Han sido invitados en repetidas ocasiones a participar en festivales internacionales como el Mostly Mozart Festival, el Festival de Salzburgo y el Festival Internacional de Edimburgo. La BFO ha ganado dos premios Gramophone. Fue nominada a un Grammy en 2013 por su grabación de la Sinfonía n.º 1de Mahler y ganó el Diapason d’Or y el premio Toblacher Komponierhäuschen por su grabación de la Sinfonía n° 5 de Mahler en 2014. La BFO recibió también el premio de la Asociación de Críticos de Música de Argentina a la Mejor Orquesta Sinfónica Extranjera en 2016.
Algunas de sus originales iniciativas, como los Conciertos Cocoa para personas autistas, los Conciertos Sorpresa y los maratones musicales, son bien conocidos en todo el mundo. Los conciertos Midnight Music (“Música a Medianoche”) atraen a jóvenes adultos, mientras que el proyecto Dancing on the Square (“Bailando en la plaza”) integra a niños desfavorecidos. La orquesta promueve gratuitamente los Community Weeks y coproduce el festival Bridging Europe(“Uniendo Europa”) con Müpa Budapest. La estabilidad financiera de la BFO está garantizada por el gobierno húngaro y el Ayuntamiento de Budapest.
Fischer, fundador y director musical de la Orquesta del Festival de Budapest, es también director musical y artístico de las producciones de ópera de la orquesta, así como director honorario de la Konzerthaus y Konzerthausorchester de Berlín. En los últimos años también ha triunfado como compositor, con obras que se representan en los Estados Unidos, los Países Bajos, Bélgica, Hungría, Alemania y Austria, y en 2018 fundó el Festival de Ópera de Vicenza. La Filarmónica de Berlín ha tocado más de diez veces bajo la batuta del maestro Fischer, que también pasa dos semanas al año con la Royal Concertgebouw Orchestra de Ámsterdam. Ha dirigido la Ópera de Kent y la Ópera Nacional de Lyon, y fue director principal de la Orquesta Sinfónica Nacional de Washington D.C. Todo ello hace que se le considere uno de los directores de orquesta más exitosos del mundo.
El maestro Fischer es, además, uno de los fundadores de la Sociedad Húngara Mahler, mecenas de la Academia Británica Kodály y ciudadano honorario de Budapest. Ha recibido la Medalla de Oro del Presidente de la República de Hungría y el Premio Cristal del Foro Económico Mundial por sus servicios en la promoción de las relaciones culturales internacionales. El gobierno de la República Francesa lo nombró Chevalier des Arts et des Lettres, proclamándolo Caballero de la Orden del Arte y la Literatura. En 2006 fue honrado con el Premio Kossuth, el premio artístico más prestigioso de Hungría. En 2011, recibió́ el Premio de Música de la Royal Philharmonic Society, el Premio Prima Primissima de Hungría y el Premio Ovatie de Holanda. En 2013 se le nombró Miembro de Honor de la Royal Academy of Music de Londres. En 2015 recibió el Premio del Festival de Abu Dhabi a su trayectoria, y en 2016 ganó el premio de la Asociación de Críticos de Música de Argentina al Mejor Director Extranjero.
El objetivo artístico de Patricia Kopatchinskaja es llegar al núcleo de la música, a su significado contemporáneo. Ha traspasado fronteras con un experimento musical con Herbert Fritsch y Jannis Varelas creando Vergeigt, una producción operística neodadám y ha sido nombrada Artist Spotlight en el Barbican de Londres, así como ha asumido el cargo de Artista Asociada del SWR Experimentalstudio. Ha estrenado En busca de una melodía perdida, inspirado en la obra de Ligeti; y reestrenardo Maria Mater Meretrix con Anna Prohaska en una gira europea, proyecto también hecho en disco. Ha participado en giras europeas con la Budapest Festival Orchestra, Giardino Armonico y Philharmonia, regresó a los BBC Proms y siguió como Socio Artístico con la Camerata Bern. Entre sus recientes residencias se encuentran colaboraciones con la Berliner Philharmoniker, la Orchestre de Radio France y la Elbphilharmonie de Hamburgo.
Su prioridad es la música de los siglos XX y XXI y la alianza con compositores vivos como Francesconi, Hersch, Kurtág, Illés o Salonen. Dirige conciertos escenificados e interviene con las principales orquestas, directores y festivales. Tras el éxito internacional de su anterior colaboración con la Mahler Chamber Orchestra, Bye Bye Beethoven, ha regresado con esta formación para estrenar Les adieux. Otros proyectos exploran la música escenificada en contextos contemporáneos, como Dies Irae, producción que llevó a Glasgow durante la cumbre mundial COP26. También actúa como artista vocal en Mystères du macabre (Ligeti), Pierrot lunaire (Schoenberg) y Ursonate (Schwitters).
